CINCO GRANDES EMPRESAS, EN APENAS CUATRO DÍAS, RETIRAN SU PAUTA A LA 'PARACOSERIE' DEL CANAL RCN.
“No pautamos en espacios que tengan contenidos de violencia, tenemos sólida esta posición y cualquier contradicción es directa responsabilidad del canal emisor de la pauta que no ha atendido nuestros lineamientos”. Lo dijo Winny este lunes 18 de marzo en un comunicado difundido en su página de Facebook.
Dos días antes, el sábado 16, Auteco anunciaba algo similar: ya no pautaría más en la serie ‘Tres Caínes’, estrenada el pasado 3 de marzo en el Canal RCN. Ya también lo hicieron Falabella, Nivea y Ésika… Cinco grandes empresas, en apenas cuatro días, retiran su patrocinio a un programa de televisión en horario ‘prime’, algo nunca antes visto en Colombia. El ICBF no retira sus anuncios y genera polémica.
¿Por qué sucede todo esto? Por la presión ciudadana. Gente cansada de ver traquetos, sicarios, prepagos y ahora mismo a los paracos hermanos Castaño, dice “No más”, así como hace años se lo dijeron cientos de miles de colombianos a las Farc en multitudinarias marchas por todo el país. Hoy en día basta con Facebook y Twitter para lograr lo impensable: que por encima del ‘rating’ se impongan los valores.
Es así como el sábado pasado nació ‘#Noen3caines’, un movimiento de ciudadanos indignados con los contenidos que promueven la violencia, irrespetan el sufrimiento de las víctimas (en este caso las del paramilitarismo, un fenómeno que aún no cierra heridas) y convierten a criminales en héroes. Contenidos que generan antivalores en los niños, como bien lo ilustra esta caricatura publicada en El Tiempo:
Muy inteligente es la estrategia de ‘#Noen3caines’, que al momento de escribir estas líneas sumaba 4.651 fans enFacebook y 589 seguidores en Twitter. La historia de cómo surgió, basada en el caso del polémico programa español La noria, que también se quedó sin pauta, la cuenta muy bien la revista P&M Publicidad y Mercadeo.
Y es que como al televidente siempre se lo han pasado por la galleta (y poco parecen servir los llamados “defensores de los televidentes” en los horarios malditos que les asignan) la cosa es muy distinta con el cliente, que siempre tiene la razón. Sí señores.
Muy distinta porque el cliente manda con su platica y las empresas que pautan en los canales viven de la platica de esos clientes que, ¡oh, descubrimiento!, resulta que son los mismos televidentes con su fama de pasivos, brutos y callados. Ya no. ¿Finalmente a quiénes se deben las empresas? ¡A sus clientes! Y lo que menos quieren las marcas es que sus clientes las asocien con valores negativos y terminen por despreciarlas y no comprar sus productos.
En muy pocos días y a punta de contundentes, juiciosos y respetuosos mensajes en Twitter y Facebook, ‘#Noen3caines' está haciendo respetar la voz de los clientes, televidentes, público o como quiera llamarse a esa masa crítica, unida y organizada que, a través de la tecnología y las redes sociales, declara estar ‘mamada’ de tanto delincuente en la pantalla chica. Y es que con los de los noticieros es más que suficiente.
Quién sabe si al Canal RCN le duelan las críticas que habitualmente hacen académicos como Ómar Rincón, quien justamente este lunes se impuso entre los temas más leídos de Eltiempo.com con su columna El mito de RCN. Quién sabe qué irá a pasar con la Carta abierta a Carlos Ardila Lulle que escribió Juan Diego Restrepo en la revista Semana...
Eso sí, duele mucho más cuando a uno le tocan el bolsillo y perder la pauta de cinco grandes empresas no es algo que se pueda ignorar. ¿Será que por fin los televidentes colombianos encontraron la fórmula perfecta para poner en cintura a los canales privados, que tradicionalmente nos han visto como meros puntos de 'rating' y su prioridad es entretener, antes que educar y formar?
Curiosamente la serie 'Tres caínes' es muy vista, goza de amplia aceptación en muchos sectores, así que dentro del mismo público se advierte una interesante lucha de fuerzas en la que vuelve y juega la vieja y necesaria pregunta que se debate mucho en las facultades de Comunicación Social y muy poco en los medios: ¿hay que darle al público lo que quiere o lo que necesita?
FUENTE:
ÓSCAR DARÍO MONTOYA GÓMEZ
Comunicador social - periodista@oscarmon
www.asiloveoscar.com
Dos días antes, el sábado 16, Auteco anunciaba algo similar: ya no pautaría más en la serie ‘Tres Caínes’, estrenada el pasado 3 de marzo en el Canal RCN. Ya también lo hicieron Falabella, Nivea y Ésika… Cinco grandes empresas, en apenas cuatro días, retiran su patrocinio a un programa de televisión en horario ‘prime’, algo nunca antes visto en Colombia. El ICBF no retira sus anuncios y genera polémica.
¿Por qué sucede todo esto? Por la presión ciudadana. Gente cansada de ver traquetos, sicarios, prepagos y ahora mismo a los paracos hermanos Castaño, dice “No más”, así como hace años se lo dijeron cientos de miles de colombianos a las Farc en multitudinarias marchas por todo el país. Hoy en día basta con Facebook y Twitter para lograr lo impensable: que por encima del ‘rating’ se impongan los valores.
Es así como el sábado pasado nació ‘#Noen3caines’, un movimiento de ciudadanos indignados con los contenidos que promueven la violencia, irrespetan el sufrimiento de las víctimas (en este caso las del paramilitarismo, un fenómeno que aún no cierra heridas) y convierten a criminales en héroes. Contenidos que generan antivalores en los niños, como bien lo ilustra esta caricatura publicada en El Tiempo:
Muy inteligente es la estrategia de ‘#Noen3caines’, que al momento de escribir estas líneas sumaba 4.651 fans enFacebook y 589 seguidores en Twitter. La historia de cómo surgió, basada en el caso del polémico programa español La noria, que también se quedó sin pauta, la cuenta muy bien la revista P&M Publicidad y Mercadeo.
Y es que como al televidente siempre se lo han pasado por la galleta (y poco parecen servir los llamados “defensores de los televidentes” en los horarios malditos que les asignan) la cosa es muy distinta con el cliente, que siempre tiene la razón. Sí señores.
Muy distinta porque el cliente manda con su platica y las empresas que pautan en los canales viven de la platica de esos clientes que, ¡oh, descubrimiento!, resulta que son los mismos televidentes con su fama de pasivos, brutos y callados. Ya no. ¿Finalmente a quiénes se deben las empresas? ¡A sus clientes! Y lo que menos quieren las marcas es que sus clientes las asocien con valores negativos y terminen por despreciarlas y no comprar sus productos.
En muy pocos días y a punta de contundentes, juiciosos y respetuosos mensajes en Twitter y Facebook, ‘#Noen3caines' está haciendo respetar la voz de los clientes, televidentes, público o como quiera llamarse a esa masa crítica, unida y organizada que, a través de la tecnología y las redes sociales, declara estar ‘mamada’ de tanto delincuente en la pantalla chica. Y es que con los de los noticieros es más que suficiente.
Quién sabe si al Canal RCN le duelan las críticas que habitualmente hacen académicos como Ómar Rincón, quien justamente este lunes se impuso entre los temas más leídos de Eltiempo.com con su columna El mito de RCN. Quién sabe qué irá a pasar con la Carta abierta a Carlos Ardila Lulle que escribió Juan Diego Restrepo en la revista Semana...
Eso sí, duele mucho más cuando a uno le tocan el bolsillo y perder la pauta de cinco grandes empresas no es algo que se pueda ignorar. ¿Será que por fin los televidentes colombianos encontraron la fórmula perfecta para poner en cintura a los canales privados, que tradicionalmente nos han visto como meros puntos de 'rating' y su prioridad es entretener, antes que educar y formar?
Curiosamente la serie 'Tres caínes' es muy vista, goza de amplia aceptación en muchos sectores, así que dentro del mismo público se advierte una interesante lucha de fuerzas en la que vuelve y juega la vieja y necesaria pregunta que se debate mucho en las facultades de Comunicación Social y muy poco en los medios: ¿hay que darle al público lo que quiere o lo que necesita?
FUENTE:
ÓSCAR DARÍO MONTOYA GÓMEZ
Comunicador social - periodista@oscarmon
www.asiloveoscar.com
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